Nadando contra la corriente


Hace algunos días estaba navegando por la web cuando de pronto fui a parar a un blog llamado 'Muriendo por vivir' en el cual una adolescente externa su incapacidad de aceptarse a sí misma por que considera que su peso no es como el que tiene una chica 'atractiva' o 'socialmente aceptada', al tiempo que demuestra su inconformidad igual indica cómo está tratando de solucionar lo que ella considera su mayor problema, y lo hace, como muchas de las jóvenes de hoy en día, por el camino incorrecto: el vómito auto-provocado .

Ciertamente la sociedad actual está basada en apariencias, el cómo te ves determina demasiadas cosas, sin embargo, la biblia nos enseña que no siempre se debe nadar en el sentido de la corriente, de lo común, de lo 'socialmente aceptable'. Los cambios sustanciales que ha sufrido la humanidad han sido hechos por personas que han nadado contra la corriente, que no han tomado como ley lo que todos los demás predican o profesan, que se han detenido a escuchar a Dios, ya sea que Él decida hablar con voz audible o directamente al corazón.

Yo le pregunto a todos aquellos jóvenes y no tan jóvenes ¿vale la pena morir a lo auténtico para vivir a lo ordinario? ¿vale la pena sacrificarte a ti para darle gusto a los demás? ¿vale la pena arriesgar tu vida, repito, TU VIDA por sentirte algo que no eres?

Vivir para los demás es morir a ti, y si mueres tú, ¿para qué vivir? Dios te creó como un ser único, Dios no creó un molde para que todos fueramos hechos y vistos iguales, nos dio algo que no tiene precio, nos dio la dicha de ser auténticos, únicos, especiales.

La biblia nos lo muestra sin lugar a dudas en el primer libro de Samuel, capítulo 16...
1 Samuel 16:7
...No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; porque Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón.

Si lo analizamos un momento nos daremos cuenta de que la apariencia tarde o temprano morirá, los años deben pasar y eso es algo que por más vómito que se pueda provocar simplemente no se podrá cambiar. Cuando esto suceda solo quedará la esencia de cada uno de nosotros, lo que realmente somos. 

Eclesiastés 3:11
Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso...

¿Te sientes rechazado? Jesucristo mismo fue rechazado, a lo suyo vino pero los suyos no le recibieron (Juan 1:11), incluso en varias ocasiones quisieron apedrearlo (Juan 8:59), sin embargo, eso no fue razón suficiente para alejarlo de la cruz y dar todo cuanto tenía por amor a ti.

¿Quieres adelgazar a como de lugar para que te acepten? ¿rechazas tu cuerpo de tal manera que no eres capaz ni siquiera de verte al espejo? Buscas entonces una aceptación superficial, tan superficial como algunos kilogramos de más, acéptate a ti como eres y en ese momento empezarás a ser aceptado por los demás, no puedes pedir que te den algo que ni siquiera tu te das a ti mismo.

Busca el rostro de Jesús, aquel que te acepta por lo que eres y te ama sin condiciones de peso o estatura, es hora de abrir los ojos a un mundo divino que está esperando a la vuelta de la esquina, al alcance de una oración.

Juan 1:12
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

Bendiciones.


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